El trastorno limite de la personalidad (TLP), esta definido por el DSM-IV como un patrón general de inestabilidad en las relaciones interpersonales, la autoimagen y la efectividad, y una notable impulsividad, que comienzan al principio de la edad adulta y se dan en diversos contextos.
Es un problema actual y muy comun entre nuestras sociedades.
Esta indicado por 5 o mas de los siguientes items:
1. esfuerzos frenéticos para evitar un abandono real o imaginado. Nota: No incluir los comportamientos suicidas o de automutilación que se recogen en el Criterio 5.
2. un patrón de relaciones interpersonales inestables e intensas caracterizado por la alternancia entre los extremos de idealización y devaluación.
3. alteración de la identidad: autoimagen o sentido de sí mismo acusada y persistentemente inestable.
4. impulsividad en al menos dos áreas, que es potencialmente dañina para sí mismo (p. ej., gastos, sexo, abuso de sustancias, conducción temeraria, atracones de comida). Nota: No incluir los comportamientos suicidas o de automutilación que se recogen en el Criterio 5.
5. comportamientos, intentos o amenazas suicidas recurrentes, o comportamiento de automutilación.
6. inestabilidad afectiva debida a una notable reactividad del estado de ánimo (p. ej., episodios de intensa disforia, irritabilidad o ansiedad, que suelen durar unas horas y rara vez unos días)
7. sentimientos crónicos de vacío.
8. ira inapropiada e intensa o dificultades para controlar la ira (p. ej., muestras frecuentes de mal genio, enfado constante, peleas físicas recurrentes).
9. ideación paranoide transitoria relacionada con el estrés o síntomas disociativos graves.
Para hablar de ello, acudiré a dos articulos que he encontrado, uno de la ya citada anteriormente, la Dra Claudia Bermudez y del libro Gunderson, J. (1995). Trastorno Límite de la personalidad (guía clínica) Ed. Ars Medica, tomado de vision psicologica.
El trastorno limite de la personalidad (TLP) fue incorporado al DSM – III en 1980 y 12 años mas tarde, en la CIE – 10. Los orígenes de este diagnostico se remontan a las observaciones clínicas de Adolph Stern, un psicoanalista que en su consulta partículas identifico un subgrupo de pacientes que no encajaban en los limites habituales de la psicoterapia ni en el sistema clasificatorio vigente en la época, un sistema centrado básicamente en la división entre la psicosis y neurosis.
La utilización del termino Limite para designas los casos atípicos y que causaban problemas clínicos deambulo por la periferia del pensamiento psiquiátrico sin alcanzar ningún progreso destacable hasta los avances que se produjeron a finales de la décadas de 1960. En ese momento, la confluencia de tres líneas de investigación independientes introdujo de lleno las cuestiones sobre el diagnóstico del trastorno limite.
La persona con Trastorno Límite de Personalidad (TLP) vive con una notoria predisposición a actuar de modo impulsivo, desbordado e impetuoso, en un vertiginoso torbellino emocional mediante el cual busca desesperadamente alivio y tranquilidad. Aunque recurra a conductas autodestructivas, lo hace sin tener en cuenta las consecuencias, puesto que su capacidad de planificación es mínima.
Los autores especializados en la materia coinciden en señalar que existen múltiples factores de tipo biológico, psicosocial y de aprendizaje que interactúan entre sí para que se produzca el TLP:
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En el trasfondo familiar se encuentran dos tipologías familiares en las que aparecen casos de TLP:
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Algunos de los factores ambientales implicados son:
Factores biológico-genéticos: Torgensen distingue dos posibles subtipos, el TLP ‘impulsivo’ y el TLP ‘vacío’, admitiendo una ligera influencia genética en el primero, mientras que el segundo podría estar genéticamente relacionado con la esquizofrenia. Algunos autores señalan que la biología puede ser un factor crucial en el desarrollo del TLP. Un infante hipersensible puede interpretar las palabras cariñosas como hirientes o sarcásticas. Ante la impulsividad y los desajustes de conducta, los padres actúan con acciones disciplinarias interpretadas como abusos por este tipo de niños. Se han propuesto actuaciones muy tempranas en niños para intentar corregir los desajustes neuroquímicos que subyacen a la desregulación emocional y que posteriormente se pueden fijar. Entre otros factores biológicos se han señalado:
Las conductas suicidas no son exclusivas del TLP. Aparecen en otros trastornos mentales e incluso de forma más grave, como en el trastorno bipolar, la depresión o la esquizofrenia. Estas conductas suelen aparecer como llamadas de atención, pero hay que tomarlas muy en cuenta y abordarlas lo antes posible en la psicoterapia ya que los pacientes TLP que llegan a consumar el suicidio tuvieron numerosos intentos y auto-lesiones graves. Factores que pueden precipitar la consumación del suicidio en pacientes con estos antecedentes son el abuso de algún tipo de sustancia (especialmente alcohol y cocaína), el aislamiento social o la falta de apoyo familiar, el abandono de vínculos terapéuticos o el incumplimiento de las indicaciones farmacológicas. Los datos indican que un alto porcentaje de las personas TLP consiguen la remisión en un par de años, con gran probabilidad de presentar un buen funcionamiento global y psicosocial. La Psicoterapia con pacientes con Trastornos de Personalidad en general, constituye uno de los retos más importantes entre los profesionales de la Salud Mental, ya que se le consideraba de forma escéptica, pero durante los últimos años se han desarrollado exitosamente varios tipos específicos de Psicoterapia para el tratamiento del TLP. Estudios recientes concluyen que produce mejoras substanciales en este trastorno puesto que los objetivos de la terapia son lograr eficientes competencias relacionales, asertividad, habilidades sociales e interpersonales sanas, manejo adaptativo de la angustia y de las crisis así como la identificación y regulación de las reacciones emocionales. Ha mostrado ser efectiva tanto para modificar las conductas suicidas como para aliviar la ira y reducir las reacciones agresivas al explorar y clarificar aspectos de los patrones de relación e incrementar la capacidad para percibir de forma realista a los otros para lograr establecer vínculos más gratificantes. La Terapia de Pareja es útil para estabilizar las relaciones y en la reducción del conflicto. La Terapia Familiar ayuda a mejorar la comunicación familiar al brindarles estrategias para la resolución de problemas y proporciona apoyo a los miembros del grupo para abordar la condición de su ser querido. Hay dos patrones de implicación familiar que puede ayudar a los clínicos a planear intervenciones desde la familia: la sobreprotección o la negligencia. Los pacientes de TLP que se encuentran en familias sobreprotectoras tienen que luchar a menudo con temas de dependencia, negación o enfado de los padres. Sus síntomas coinciden con relaciones personales inestables, impulsividad, inestabilidad afectiva, respuesta agresiva a la frustración, ira inapropiada, trastornos de identidad, sentimientos crónicos de vacío, incapacidad de planificación. Los medicamentos, indispensables en la mayoría de los casos de TLP sirven para mitigar algunos de los síntomas más apremiantes como la depresión, ansiedad e irritabilidad, pero no resuelven, por sí mismos, la problemática subyacente. Por eso, es aconsejable el tratamiento psicoterapéutico, llevado a cabo por un profesional experto; por lo que es pertinente aclarar que más importante que la adhesión de un terapeuta a una teoría, es su experiencia clínica y una actitud flexible que le permita utilizar en su abordaje terapéutico técnicas y estrategias variadas, y, sobre todo, contar con una especial capacidad para escuchar la problemática y la demanda de ayuda del paciente y de su familia. Los objetivos generales de la psicoterapia están encaminados a que el paciente pueda mejorar sus relaciones interpersonales y disminuir la intensidad y presencia de conductas autodestructivas, así como la comprensión de sus conflictos internos y relacionales. Los TLP, con el tiempo y un tratamiento adecuado, pueden remitir, reduciendo el sufrimiento. Los psicoterapeutas no atendemos casos o enfermedades o trastornos, sino seres humanos particulares, complejos, no reductibles a un diagnóstico. Escuchamos a la persona en concreto, su malestar, su caso particular y específico. El diagnóstico no es una verdad absoluta sino una herramienta útil para guiar a los profesionales en la dirección de la cura terapéutica. Los criterios DSM – IV para el TLP solo han cambiado ligeramente desde sus orígenes, en el DSM – III. Los cambios se han basado en una amplia serie de estudios descriptivos. Los criterios aparecen ordenados en la tabla según su valor diagnostico. El texto que viene a continuación es una ampliación de cada criterio para enfatizar su significado clínico, pues son los mismos criterios descritos al principio, pero aca estan detallados de forma mas pedagogica: 1. Relaciones Interpersonales intensas e inestables. Este criterio describe las manifestaciones interpersonales de la escisión intrapsiquica. Una característica fundamental de la sicopatología limite es la incapacidad de relacionarse con las personas significativas del entorno (es decir, fuentes potenciales de atención o protección) sin idealizarlas, si la relación es gratificante o devaluadas, si no lo es; Kernberg (1967) es el responsable de la identificación de la relevancia del constructo kleniano de la escisión para el TLP. Su teoría relaciona esta escisión con la cólera incontrolada, que inicialmente se dirige hacia personas del entorno que aun son necesarias para el paciente. 2. Impulsividad. Este criterio evolucione desde la literatura medica inicial, en la que se describían los problemas de acting out en las terapias como una forma de resistencia o huida de los propios ceñimientos y conflictos. Los estudios empíricos también pusieron de manifiesto que la impulsividad de los sujetos Límite era, hasta cierto punto, distinta de la naturaleza autolesiva. Así, la posibilidad de recaída de una persona con TLP que abusa de sustancias seria grande en una situación de cólera hacia la persona responsable de su tratamiento o si esta persona esta ausente o no disponible. 3. Intolerancia Afectiva. Este criterio fue desarrollado en los trabajos de los primeros observadores clínicos que quedaron impresionados por la intensidad, labilidad y variedad de las reacciones afectivas de estos pacientes. 4. Ira. Tal y como ya surgió por primera vez Kernberg (1967), la fuente de la sicopatología limite implicaba una agresividad excesiva debida bien a un exceso temperamental o bien a una respuesta infantil a una frustración excesiva. 5. Conductas suicidas o autodestructivas. Los intentos, gestos o amenazas recurrentes de suicidio o las conductas autolesivas son la especialidad conductual de los pacientes. Limite. Este criterio es tan prototipito de estas personas que cuando el especialista se encuentre ante estas conductas el diagnostico rápidamente viene a su mente. La presencia de este comportamiento ayuda a identificar un TLP comorbido en pacientes que acuden a la consulta por depresión o ansiedad. 6. Alteración de la identidad. Este criterio proviene de la descripción de Kernberg este criterio ha sufrido modificaciones destinadas a diferenciarlo de los problemas genéricos de identidad que aparecen como aspectos normales del desarrollo, en especial durante la adolescencia. Este criterio intenta abarcar las distorsiones de la imagen corporal que se observa en personas con anorexia o con un trastorno dismorfico corporal; aun mas importante, intenta identificar los trastornos del “si mismo” (self) que son mas específicos de lo pacientes limites limite, es decir, adultos cuyos valores, hábitos y actitudes están excesivamente influidos por los de las personas con quienes están, hasta el punto de que creen carecer de identidad. 7. Sentimientos de vació. Los primeros analistas consideraban que si la fase oral del desarrollo no se completaba on éxito se creaba un dispocision hacia la depresión y hacia las relaciones dependientes, con avidez de objeto en la vida adulta. Esta conceptualización por los teóricos de las relaciones objétales. 8. Miedo al abandono. Este criterio refleja la principal aportación de Masterson al constructo Límite. El criterio debe diferenciarse de la ansiedad causada por la separación, más común y menos patológica. Aunque los pacientes Limite son bastante consientes de su temor a ser abandonados, algunos están tan acostumbrados a responder a estos miedos con sobre actuaciones que no los reconocen. 9. Pérdida del juicio de realidad. Este criterio deriva de la literatura clínica anterior, que hablaba de trasferencias psicoticas y del potencial de regresión psicótica en un contexto terapéutico no estructurado además la especulación sobre la posible relación ente la sicopatología límite y la esquizofrenia se alimento de reflexiones tan dispares sobre la regresión psicótica en contextos no estructurados como por ejemplo el test de Rorschach. “Soy TLP, mi forma de vida se puede definir en dos palabras: blanco o negro, sí o no, todo o nada. No acepto medias tintas, la gente que quiera estar conmigo está o no está; está conmigo o en mi contra, yo hago exactamente lo mismo. "Puedo ser sutilmente dulce y tierna o abiertamente agresiva; prudente y discreta como una tumba o la peor intrigosa que pueda existir. Si estás conmigo disfrutando de un momento placentero y dices o haces algo que no me guste, me vuelvo violenta y agresiva de repente; cuando eso pase, por favor no intentes calmarme, aléjate y déjame, no me hables, porque puedo destruirte de muchas formas. "¿Sabes cuál pregunta me ‘repatea’: ¿cómo puedes ser tan lista para unas cosas y tan tonta para otras? Nunca te atrevas a hacerla, podemos terminar muy mal los dos. "Las personas que me rodean se confunden conmigo, soy capaz de llorar al ver en la televisión algo triste, una película o las noticias... pero las tragedias reales, aunque sean de personas que quiero, rara vez me producen algún efecto, no sé por qué, pero así soy. Te sorprenderá saber –pero muy pronto te darás cuenta- que tú puedes tener una idea acerca de mí y otra persona una totalmente diferente, y las dos tienen la razón, así soy, esa soy yo exactamente”. (Paciente con TLP) VER VIDEO |